Inscribirse en una modalidad en línea debe ser una elección y no una imposición

Por @MiEducEL

Recientemente, en México, se publicaron  los resultados de los concursos de selección de las principales universidades públicas para decidir quiénes fueron los aspirantes seleccionados para inscribirse en las modalidades escolarizada, abierta  o en línea. 

También, hemos visto cómo el Movimiento de Aspirantes Excluidos de la Educación Superior (MAES) se ha movilizado para demandar lugares en las universidades públicas.  Es una realidad que el sistema de educación superior público en México no cuenta con la capacidad para absorber la demanda educativa.

Una de las respuestas que el gobierno mexicano ha dado a este problema es ofrecer lugares en instituciones de educación superior, la mayoría de los cuales están disponibles en las modalidades abiertas o en línea. Lo anterior implica que se ve a la  educación en línea  como una solución ante la falta de espacios en los sistemas escolarizados.

Estudiar el bachillerato o la universidad en un sistema en línea, tiene ventajas, pero no quiere decir que sea una modalidad que cualquiera desee o pueda estudiar. Por lo tanto, es un error tratar de imponer esta modalidad  ante la falta de espacios en los sistemas escolarizados.

Inscribirse en una modalidad en línea, debe ser ante todo una elección de los interesados, pues implica ser consciente de que se trata de una modalidad que requiere de un gran esfuerzo individual, de disciplina en el estudio y de la posibilidad de acceder a recursos online que permitan suplir el soporte y acompañamiento que en los sistemas escolarizados ofrecen los compañeros, los maestros, los grupos de estudio y las actividades extracurriculares.  No todas las personas se sienten con la capacidad de hacer esto sin el apoyo que puede ofrecer  un sistema escolarizado. Por ello, imponer la  modalidad en línea a los estudiantes puede conducir a vivir una experiencia universitaria frustrante. 

Las modalidades de educación en línea son una excelente opción para quienes quieren estudiar sin dejar de lado otras actividades que son importantes en su vida, o bien para aquellos que se sienten con la confianza y el gusto para aprender a  partir de los recursos que ofrecen las tecnologías digitales y que, para muchos de nosotros continúan siendo nuevas, pero también fascinantes. Por eso, estoy convencido de que más que una imposición la educación en línea debe ser una elección.